Muchas de las poblaciones de la comarca tienen servicios de guías que permiten conocer en profundidad su historia, las tradiciones, el patrimonio y la cultura.
Los municipios de la Conca de Barberà: la Espluga de Francolí, Vallclara, Vilaverd, Vilanova de Prades y Vimbodí i Poblet, son destinos de interior y montaña certificados con el Sello de Destino de Turismo Familiar Montañas de Prades que otorga la Agencia catalana de Turismo (ACT), conjuntamente con los pueblos de la comarca del Baix Camp: Arbolí, Alcover, Mont-ral, la Febró, Capafonts y Prades.
Además de acoger uno de los lugares más singulares de Cataluña declarado Patrimonio de la Humanidad, el monasterio de Santa María de Poblet, encontramos un conjunto de museos, colecciones y espacios visitables esparcidos por toda la comarca que conservan, difunden e investigan el patrimonio cultural de la comarca.
Las bodegas elaboradoras de vinos y cavas han sido tradicionalmente ligados a la comarca de la Conca de Barberà. Después de sufrir los efectos de la filoxera, a finales del siglo XIX, en la Conca de Barberà surgieron las primeras cooperativas agrícolas y, con ellas, los edificios comunes donde se producía el vino, las bodegas cooperativas.
Coincidiendo con la necesidad de adaptarse a los avances tecnológicos y a las nuevas necesidades sociales y mercantiles de inicios del siglo XX, nacen las bodegas modernistas llamadas «catedrales del vino» por Àngel Guimerà, y que constituyen edificaciones de gran valor dentro del patrimonio arquitectónico de la Conca de Barberà y de Cataluña.
En la Conca de Barberà existen 6 bodegas modernistas construidas por los arquitectos Pere Domènech y Cèsar Martinell, y no todas son visitables. Actualmente están declaradas por la Generalitat de Cataluña Bien Cultural de Interés Nacional.
